Por Argentina sin Juicios por Jurado
10 razones en contra de los juicios por jurados |
El cuestionamiento que hacemos al juicio por jurados inexperto (lego) y la defensa al juicio por jurados por jueces técnicos (letrados) no es una mera posición ideológica irracional defendida desde el sentimentalismo y la emotividad, sino que se trata de una convicción formada y sostenida sobre la base de razonamientos lógicos.
Al tomar posición hacemos como los jueces (que fundamentan y explican sus razones) y no como los jurados, a quienes le obligan a inclinarse hacia uno u otro lado porque sí, en un acto de fe irracional.
Las razones en contra de los juicios por jurado son innumerables, pero trataremos de exponer las diez (10) más importantes:
1°) El juicio por jurados es antidemocrático, ya que el jurado no es el pueblo ni ha sido elegido por el pueblo: es la tiranía del azar. Así como es antidemocrático designar presidente, senadores, diputados, intendentes por sorteo (porque el sorteo no es elección y el sorteado puede ser un filonazi, un inmoral, etc.), tampoco es válido designar a los jueces de ese modo. Si lo importante es hacer justicia, no debería dejarse la resolución del caso en manos del azar, que no garantiza nada.
2°) El juicio por jurados es antirrepublicano porque el jurado no explica por qué condena o absuelve, lo cual quiebra el sistema republicano de gobierno que exige un fallo fundado y motivado. El ciudadano acusado tiene derecho a que le digan por qué lo declaran culpable, y la pretendida víctima tiene el derecho de saber por qué se absolvió al acusado.
3°) El juicio por jurados es arbitrario porque impide la revisión del fallo dictado conforme lo requieren los pactos internacionales de DD.HH. Un veredicto que no indica por qué absuelve o condena, no se puede revisar. Un veredicto que no se puede revisar es dictatorial.
4°) El juicio por jurados es oscurantista porque obliga a las personas a realizar una labor técnica para la cual no se encuentran preparadas, ni tienen experiencia. Así como la ley deposita las tareas técnicas en manos de especialistas (p.ej., médicos) y reprime con pena de prisión a quienes ejercen labores técnicas sin títulos habilitantes (p.ej., se reprime el curanderismo), igualmente debería sustraer el juzgamiento de la personas de las manos de personas que carecen de toda preparación para ello. Quienes consideran una insensatez poner una operación coronaria en manos de un juez, deberían tener algún reparo en poner el juzgamiento de una persona en manos de un médico. El juicio por jurado, a fin de cuentas, es ―en palabras de Julio César Strassera― una suerte de "curanderismo jurídico".
5°) El juicio por jurados es dictatorial, ya que la ley no nos puede obligar a hacer lo que no sabemos, haciéndonos sacrificar a través de nuestra falta de experiencia la vida y libertad de una persona. La excusa más común que esgrime la gente para no ser jurado (en países donde se ha instaurado) es que no se consideran en condiciones para juzgar. Nada más cierto, pero nadie los escucha. Estas personas, en su absoluta sensatez, advierten lo mismo que cualquiera de nosotros si nos pusieran un bisturí en la mano para que operemos un enfermo de apendicitis.
6°) El juicio por jurado es irracional, ya que no siempre logran fallar de modo lógico, colándose en la labor de juzgar el sentimentalismo y la emotividad. El entrenaniento más imporante que recibe el juez, es el de analizar la prueba existente y sólo la prueba. El juez no juzga por la belleza, el sexo, la raza, la calidad de persona de la víctima o del victimario, por la vida que hayan tenido cada uno de ellos, ni para dar ejemplos o lecciones a otros delincuentes o a la sociedad, ni para contentar a la gente, etc., sino que el juez juzga en base a lo que ha ocurrido y al deber de actuar que le cabía a cada quien. Un jurado no ha sido entrenado para hacer estos distingos y, lamentablemente, a veces cede ante argumentos falaces que son irrelevantes para la labor de juzgar.
7°) El juicio por jurados es bárbaro, ya que, como cuerpo colegiado no es confiable, y no deciden los más pensantes sino los más exaltados. Todos los estudios sociológicos que se han realizado en el seno de grupos que deben tomar decisiones (como el jurado), indican que quien decide es aquella persona que con o sin razón, exhibe la personalidad más poderosa e intimidante para los demás.
8°) El juicio por jurados es imprevisible porque se pone el juzgamiento de una persona, y por ende su libertad, en manos de doce personas a las cuales no se las analiza mental ni moralmente. Un Estado republicano no puede someter la libertad de una persona a la decisión de personas cuya aptitud mental desconoce. Hay gente que absuelve siempre porque entiende que el Estado es un monstruo en manos de capitalistas que somete y subyuga a las personas. Hay gente que condena porque es sádica, por cuestiones raciales, por vivencias personales. Hay gente que incapaz de pensamientos complejos y condena o absuelve en base a corazonadas, emotividad o pura arbitrariedad. Hay abusadores (no condenado) que deberán juzgar a abusadores, ladrones (no condenados) que deberán juzgar a ladrones, etcétera. Todos ellos están incluidos dentro del padrón electoral (al menos hasta el día que tengan antecedentes penales). Todos ellos pueden ser jurados.
9°) El juicio por jurados, como sistema de juzgamiento, es mediocre, ya que no es posible saber si el jurado entendió algo de lo dicho en la sala de audiencias. Hay personas con dificultades de comprensión o con una capacidad de concentración demasiado débil para entender la prueba. No sólo puede faltar el entendimiento, sino que lo natural es que al jurado se le pasen por alto cosas de mucha relevancia. La especialización y la práctica permite distinguir lo relevante de lo irrelevante. El jurado es siempre un "juez amateur".
10°) El jurado suele ser influenciable por el enorme influjo de los medios de comunicación, los cuales pueden acabar determinando la suerte del encausado. Un juez sabe que en su sentencia no tiene lugar nada que salga en los diarios, en las radios o en la televisión. Todo eso es absolutamente irrelevante. Lo único que puede servir para juzgar es lo que pasa en el juicio. Un jurado no siempre lo sabe no lo introyecta, acaba muchas veces influido por lo que dice la prensa. Además, mientras que el juez tiene más preparación técnica y práctica que los periodistas (y entonces confía en su criterio para juzgar), los jurados no tienen ningún conocimiento superior. Los jurados necesitan del sostén de la prensa a la hora de decidir sobre la vida y libertad del reo, mientras que el juez no lo necesita, porque se apoya en el cúmulo de su saber.
Diez razones son más que suficientes para demostrar que el juicio por jurado es un sistema de juzgamiento antidemocrático, antirrepublicano, arbitrario, oscurantista, dictatorial, irracional, imprevisible, mediocre e influenciable. Pero si no fueran suficientes, se me ocurren otras diez (10) razones contra los juicios por jurados.
Al tomar posición hacemos como los jueces (que fundamentan y explican sus razones) y no como los jurados, a quienes le obligan a inclinarse hacia uno u otro lado porque sí, en un acto de fe irracional.
Las razones en contra de los juicios por jurado son innumerables, pero trataremos de exponer las diez (10) más importantes:
1°) El juicio por jurados es antidemocrático, ya que el jurado no es el pueblo ni ha sido elegido por el pueblo: es la tiranía del azar. Así como es antidemocrático designar presidente, senadores, diputados, intendentes por sorteo (porque el sorteo no es elección y el sorteado puede ser un filonazi, un inmoral, etc.), tampoco es válido designar a los jueces de ese modo. Si lo importante es hacer justicia, no debería dejarse la resolución del caso en manos del azar, que no garantiza nada.
2°) El juicio por jurados es antirrepublicano porque el jurado no explica por qué condena o absuelve, lo cual quiebra el sistema republicano de gobierno que exige un fallo fundado y motivado. El ciudadano acusado tiene derecho a que le digan por qué lo declaran culpable, y la pretendida víctima tiene el derecho de saber por qué se absolvió al acusado.
3°) El juicio por jurados es arbitrario porque impide la revisión del fallo dictado conforme lo requieren los pactos internacionales de DD.HH. Un veredicto que no indica por qué absuelve o condena, no se puede revisar. Un veredicto que no se puede revisar es dictatorial.
4°) El juicio por jurados es oscurantista porque obliga a las personas a realizar una labor técnica para la cual no se encuentran preparadas, ni tienen experiencia. Así como la ley deposita las tareas técnicas en manos de especialistas (p.ej., médicos) y reprime con pena de prisión a quienes ejercen labores técnicas sin títulos habilitantes (p.ej., se reprime el curanderismo), igualmente debería sustraer el juzgamiento de la personas de las manos de personas que carecen de toda preparación para ello. Quienes consideran una insensatez poner una operación coronaria en manos de un juez, deberían tener algún reparo en poner el juzgamiento de una persona en manos de un médico. El juicio por jurado, a fin de cuentas, es ―en palabras de Julio César Strassera― una suerte de "curanderismo jurídico".
5°) El juicio por jurados es dictatorial, ya que la ley no nos puede obligar a hacer lo que no sabemos, haciéndonos sacrificar a través de nuestra falta de experiencia la vida y libertad de una persona. La excusa más común que esgrime la gente para no ser jurado (en países donde se ha instaurado) es que no se consideran en condiciones para juzgar. Nada más cierto, pero nadie los escucha. Estas personas, en su absoluta sensatez, advierten lo mismo que cualquiera de nosotros si nos pusieran un bisturí en la mano para que operemos un enfermo de apendicitis.
6°) El juicio por jurado es irracional, ya que no siempre logran fallar de modo lógico, colándose en la labor de juzgar el sentimentalismo y la emotividad. El entrenaniento más imporante que recibe el juez, es el de analizar la prueba existente y sólo la prueba. El juez no juzga por la belleza, el sexo, la raza, la calidad de persona de la víctima o del victimario, por la vida que hayan tenido cada uno de ellos, ni para dar ejemplos o lecciones a otros delincuentes o a la sociedad, ni para contentar a la gente, etc., sino que el juez juzga en base a lo que ha ocurrido y al deber de actuar que le cabía a cada quien. Un jurado no ha sido entrenado para hacer estos distingos y, lamentablemente, a veces cede ante argumentos falaces que son irrelevantes para la labor de juzgar.
7°) El juicio por jurados es bárbaro, ya que, como cuerpo colegiado no es confiable, y no deciden los más pensantes sino los más exaltados. Todos los estudios sociológicos que se han realizado en el seno de grupos que deben tomar decisiones (como el jurado), indican que quien decide es aquella persona que con o sin razón, exhibe la personalidad más poderosa e intimidante para los demás.
8°) El juicio por jurados es imprevisible porque se pone el juzgamiento de una persona, y por ende su libertad, en manos de doce personas a las cuales no se las analiza mental ni moralmente. Un Estado republicano no puede someter la libertad de una persona a la decisión de personas cuya aptitud mental desconoce. Hay gente que absuelve siempre porque entiende que el Estado es un monstruo en manos de capitalistas que somete y subyuga a las personas. Hay gente que condena porque es sádica, por cuestiones raciales, por vivencias personales. Hay gente que incapaz de pensamientos complejos y condena o absuelve en base a corazonadas, emotividad o pura arbitrariedad. Hay abusadores (no condenado) que deberán juzgar a abusadores, ladrones (no condenados) que deberán juzgar a ladrones, etcétera. Todos ellos están incluidos dentro del padrón electoral (al menos hasta el día que tengan antecedentes penales). Todos ellos pueden ser jurados.
9°) El juicio por jurados, como sistema de juzgamiento, es mediocre, ya que no es posible saber si el jurado entendió algo de lo dicho en la sala de audiencias. Hay personas con dificultades de comprensión o con una capacidad de concentración demasiado débil para entender la prueba. No sólo puede faltar el entendimiento, sino que lo natural es que al jurado se le pasen por alto cosas de mucha relevancia. La especialización y la práctica permite distinguir lo relevante de lo irrelevante. El jurado es siempre un "juez amateur".
10°) El jurado suele ser influenciable por el enorme influjo de los medios de comunicación, los cuales pueden acabar determinando la suerte del encausado. Un juez sabe que en su sentencia no tiene lugar nada que salga en los diarios, en las radios o en la televisión. Todo eso es absolutamente irrelevante. Lo único que puede servir para juzgar es lo que pasa en el juicio. Un jurado no siempre lo sabe no lo introyecta, acaba muchas veces influido por lo que dice la prensa. Además, mientras que el juez tiene más preparación técnica y práctica que los periodistas (y entonces confía en su criterio para juzgar), los jurados no tienen ningún conocimiento superior. Los jurados necesitan del sostén de la prensa a la hora de decidir sobre la vida y libertad del reo, mientras que el juez no lo necesita, porque se apoya en el cúmulo de su saber.
Diez razones son más que suficientes para demostrar que el juicio por jurado es un sistema de juzgamiento antidemocrático, antirrepublicano, arbitrario, oscurantista, dictatorial, irracional, imprevisible, mediocre e influenciable. Pero si no fueran suficientes, se me ocurren otras diez (10) razones contra los juicios por jurados.
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