Por Argentina sin Juicios por Jurado
Lejos de haber univocidad de voces en favor de los juicios por jurado, como falsamente pregonan sus promotores, lo cierto es que los magistrados más destacados del país se han pronunciado abiertamente en contra de la implementación de este absurdo y fracasado sistema de juzgamiento.
El Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, que no sólo es Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (C.S.J.N.), sino también el penalista más destacado de la República Argentina y del Continente Americano, ha criticado duramente a los juicios por jurado expresando que es un sistema fracasado, que no funciona ni en EE.UU. y que es inconciliable con nuestra Constitución Nacional.
El Dr. Ricardo Lorenzetti, actual Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (C.S.J.N.), ha remarcado en declaraciones periodísticas en la Provincia de Chubut, que el sistema no ha resultado del todo exitoso donde se ha implementado, que resulta oneroso de llevar adelante y que en aquellos lugares donde se aplique debería hacerse mediante experiencias piloto, en casos específicos y con la responsabilidad que amerita. Aspectos tales como el entramado social deben ser considerados y atendidos al momento de proponer la figura de juicio por jurado.
La Dra. Carmen Argibay, actual ministro de la Corte Suprema de justicia de la Nación (C.S.J.N) ha relizado declaraciones públicas expresando que no es momento para tener un juicio por jurado. No tenemos garantía que la gente comprenda cuál es la visión (jurídica), no tenemos garantías de que sea un juicio sereno y que no esté contaminado por la mirada periodística, no tenemos garantía que no haya sido presionado por parte de la víctima o de los imputados. Es difícil de implementar en la actualidad por tres cuestiones: es caro, falta educación y preparación de la ciudadanía y los medios de comunicación pueden generar una fuerte interferencia. Agregó también que poca gente entiende el principio de inocencia, que es fundamental y es ignorado e incomprendido por el ciudadano.
La Dra. Elena Highton de Nolasco, actual magistrado de la Corte Suprema de la Nación (C.S.J.N) también ha planteado sus reparos ante un auditorio de la Provincia de Chaco, expresando que el juicio por jurados es un tema ajeno a nuestra cultura. No es cuestión de que en este momento tan especial en que hay una especie de reivindicación ciudadana que exige meter a todo posible presunto delincuente tras las rejas o en otros lados peores haya una suerte de vindicta pública contra todo infractor. Me parece que empezar hoy con casos graves, cuando aún no hay cultura alguna de jurado, es muy peligroso.
El Dr. Augusto César Belluscio, ex Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (C.S.J.N.), oportunamente alertó, en diálogo con el diario La Nación, que con los juicios por jurado existe la posibilidad de que juzguen los medios. Resaltó que no existen buenos antecedentes en el mundo. En la justicia norteamericana los juicios por jurados son deficientes. Se presta mucho a la influencia de los medios de comunicación.
El Dr. Eduardo Pettigiani, miembro de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires (S.C.J.B.A.) realizó declaraciones a un diario de San Nicolás expresando: no soy muy partidario de los jurados. Es un sistema que ha funcionado en países con una tradición especial en este sentido. El respaldo institucional de nuestro país no ha sido suficiente para que en estos años se implementara, quizás porque no es tan acorde con nuestra idiosincrasia.
El Dr. León Arslanian, magistrado que intervino en el juicio a las juntas militares, expresó al periódico Tiempo Argentino que no está de acuerdo con el juicio por jurados. En la práctica es un procedimiento extraordinariamente costoso, lentifica notablemente el funcionamiento judicial y me parece que por la cantidad de filtros e impugnaciones por la que debería pasar un jurado antes de quedar medianamente constituido sería muy lento.
El Dr. Julio César Strassera, ex Fiscal Federal célebre por haber llevado adelante la acusación en el juicio a las juntas militares, puso de manifiesto su rechazo en diálogo con la publicación on line El Litoral.com, expresando que con el juicio por jurado se va a cometer un error tremendo, en un país como el nuestro, que no tiene tradición. Creen que va a ser más rápido, y no va a ser más rápido, y sí, muchísimo más caro. ¿Ustedes se imaginan el juicio de la Amia, por ejemplo, con jurados? El jurado es muy manipulable, en todas partes del mundo. En mi caso particular, si me enjuiciaran y yo fuera culpable, pediría que me juzgase un jurado. Si fuese inocente, querría un juez técnico. Yo no creo en el curanderismo jurídico. Cuando estoy enfermo, voy al médico. Algunos van al curandero, pero yo prefiero un técnico.
La Dra. Margarita del Carmen Tropiano, Jueza Camarista y Presidente del Colegio de Magistrados de la Provincia de Buenos Aires, manifestó a El Tiempo de la ciudad de Azul y a La Opinión de Pergamino que el juicio por jurados es el sistema de enjuiciamiento más caro. Estados Unidos hoy, que no lo va a sacar nunca este sistema, hace sólo un cinco por ciento de los casos. El sistema tiene cosas difíciles de instrumentar. Lo complicado es que es un procedimiento caro ya que los 12 miembros deben ser preservados –cuasi aislados– durante todo el proceso, que puede durar semanas, incluso meses. Además de los viáticos que habría que abonarles, estas personas no pueden trabajar y debe garantizárseles el sueldo.
El Dr. Eduardo Hortel, Camarista platense, profesor de Derecho Procesal en la Universidad de La Plata, comentarista del Código Procesal Penal nacional y uno de los redactores de la flamante reforma al Código de Procedimientos bonaerense, expresó en reportaje ante el Diario Clarín que el sistema de juicio por jurados es perverso. Al no haber fundamentos de la sentencia, es imposible acreditar si se cumplieron los principios fundamentales del derecho. Como no se funda, no se sabe si el jurado tomó en cuenta que la duda beneficia al imputado, ni si cumplieron las indicaciones que da el juez para que lleguen a una decisión. ¿Cómo sabemos si cumplieron con todo eso si sólo dicen inocente o culpable sin explicar por qué?
El Dr. Ricardo A. Guibourg expresa sus reparos en un artículo publicado en el diario La Nación, remarcando que el jurado es más susceptible a las emociones: los ciudadanos comunes son propensos a considerar culpable a cualquier sospechoso mencionado por los vecinos o por los medios de comunicación, con tanta más fuerza cuanto más grave y perverso sea el crimen cometido. Los jurados son completamente incontrolables por definición. ¿Se abocarán seriamente al examen de las pruebas o serán influenciados por la simpatía o antipatía del acusado, por la habilidad del fiscal o del defensor o, simplemente, por las ganas de volverse a casa?
El Dr. César B. López Meyer, ex Camarista en la provincia de Río Negro, ha escrito un interesante artículo para la publicación on line rionegro.com.ar en el que alerta sobre la inconstitucionalidad del sistema de juzgamiento de juicios por jurado, la falta de preparación e irracionalidad de los jurados y los numerosos inconvenientes que acarrea para la administración de justicia. Concluye que los juicios por jurados serán más caros para el contribuyente, más engorrosos para la administración, tanto o más lentos que los actuales y racionalmente más inseguros para las víctimas, los victimarios reales o supuestos y para la sociedad en general, con respecto al acierto de los fallos, vale decir: a la realización de la justicia.
La Dra. Noemí Stefanile, jueza del Tribunal de Trabajo de Zárate, resaltó lo absurdo que es pensar que pueden impartir mejor justicia doce personas ignotas, que pueden o no tener algún grado de preparación cultural, que no deben dar explicaciones porque su veredicto es infundado, a las que no le puedo exigir el cumplimiento de los deberes de funcionario público y no están sometidos al control de los órganos creados a esos efectos, que sólo deben regirse por su intuición, que seguramente sentirán una gran inseguridad ante el peso enorme que significa decidir sobre la libertad de sus pares, que, seguramente, han de ser mucho más influenciables que un técnico ante los teatralizados alegatos, y que, finalizado el proceso, se pierden entre la muchedumbre.
El Dr. Adolfo Rocha Campos, ex juez en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de Azul y Profesor Honorario de la UNICEN, resaltó en un reportaje radial a la FM 98 Pop que la implementación de juicios por jurado es una medida demagógica y absolutamente inútil y de aplicación residual como lo sería en los Estados Unidos. Los calificó de bastante irrepresentativos y dedujo una naturaleza prejuiciosa en los requisitos para designar sus miembros.
El Dr. Diego R. Young, Fiscal en Concepción del Uruguay, puso en evidencia que un jurado en general sólo puede llegar a comprender asuntos simples, porque generalmente está integrado por personas simples. Recordó que el juicio por jurados cuesta mucho, hay que poseer una estructura administrativa que no tenemos, se debe dotar a los fiscales de facultades y posibilidades que no tienen, hay que ampliar edificios y crear una logística que no se tiene. Y alertó que en las ciudades chicas, donde la gente se conoce, habrá que ver si conviene que quienes saben vida y misterios de los demás integren los jurados. Allí el prejuicio es fácil, y el comentario de plaza substituye con frecuencia el difícil análisis de la prueba. Substituirlos por gente de otra ciudad presenta problemas de tipo logístico y presupuestario.
La Dra. Rita Custet, Defensora General del Poder Judicial de Río Negro, en diálogo con el diario digital laPalabra, remarcó que el juicio por jurados no supera el control de constitucionalidad.
El Dr. Juan Pablo Fernández, Fiscal General del Depto. Judicial de Bahía Blanca, expresó en el programa "La Bisagra" Radio Mitre Bahía Blanca que los juicios por jurado no tendrán una mejor resolución desde la racionalidad del caso que los procesos actuales. Constituye en un traslado de la responsabilidad en función de que si el pueblo resolvió de esa manera, luego no tiene de qué quejarse. Se puede entender que habrá mejores resoluciones, más racionales, pero es exactamente al revés. La idea busca que el jurado dicte un veredicto absolutorio o condenatorio en función de la íntima convicción y sin dar explicaciones.
El Dr. Miguel Ángel Vilaseca, juez integrante del Tribunal Oral Criminal N° 1 de Junín, expresó a la publicación La Verdad Online.com que no estamos preparados para implementar este sistema. Con la inseguridad que hay, con la necesidad que tiene la gente de que se condene, esas mismas personas en un juicio oral donde no haya suficientes pruebas pero sí una gran repercusión mediática del caso y presionados por la opinión pública, es muy probable que puedan decir: “Sí, es culpable”. Se trata de un sistema muy costoso. Formar un jurado lleva mucho tiempo. Si hoy una persona no quiere ir a votar y ni hablar si tiene que formar parte de una mesa o autoridad, y hacen lo imposible para no cumplir, pensemos si asistirán con ganas para formar parte de un tribunal... El miedo que la gente tiene de venir a un juicio oral lo vemos a diario, de lo que padecen las propias víctimas de contar lo que les pasó. Cuánta gente tiene hasta miedo de ser testigo y declarar en un hecho. Llevemos eso al terreno de que esa misma persona tiene que decidir si ese que tiene ante él, que está viendo, es culpable o inocente.
La Dra. María Susana Frascaroli, asesora letrada penal en la provincia de Córdoba, consultada por la publicación on line comercioyjusticia, expresó que no cree que los jueces legos sean un derecho de los acusados, ni un derecho de la víctima, ni de la sociedad.
El Dr. Carlos P. Pagliere (h.), miembro del Tribunal Oral Criminal N°2 de Azul, remarcó en un artículo escrito para el diario El Tiempo de Azul que con los juicios por jurado se pone a la justicia penal en manos de doce personas que condenan y absuelven al acusado sin explicar por qué. Todo aquel que decida sobre la culpabilidad de una persona y, por tanto, tenga la potestad de confinar a alguien a la cárcel, incluso de por vida, al menos debería fundamentar en qué se basa para tomar semejante resolución.
Todas estas voces calificadas ―y otras muchas más que se pueden consultar― de destacados magistrados en contra de los juicios por jurado son una sonora alerta que nos debe servir para abrir bien los ojos y rechazar de plano la implementación para la República Argentina de este absurdo y fracasado sistema de juzgamiento.
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