30/1/13

Periodismo y juicios por jurado

Por Argentina sin Juicios por Jurado

El juicio por jurados promueve la censura de la prensa

Uno de los mayores problemas de los juicios por jurado es que los miembros del jurado, por una carencia de los recursos científicos y prácticos necesarios para formar criterio propio, muchas veces fallan según el pre-juzgamiento que a veces efectúan los medios de comunicación.

Como la labor de los periodistas es la de informar y no la de juzgar, muchos de ellos (los que ejercen la profesión con seriedad) se sienten incómodos sabiendo que influyen decisivamente en el veredicto del jurado. Se dan cuenta de que asumen un rol que no les corresponde y el cual, además, entorpece su trabajo.

¿Por qué entorpece su trabajo? Porque un artículo que el periodista redactara sobre el caso o una entrevista que hiciera a la persona imputada, a la presunta víctima o a un testigo (o supuesto testigo), podría con un juicio por jurado dar al veredicto un vuelco hacia uno u otro lado.

Ante ello: ¿qué debe hacer el periodismo? ¿Cumplir con su labor de informar? ¿Abstenerse de informar ante el peligro de volcar la suerte de un juicio incluso hacia el lado que el periodista no quisiera? El periodismo queda inmerso en un nuevo dilema que le plantea el juzgamiento por jurados.

En vez de abocarse a su función informativa, el periodista tendría que estar pensando las posibles consecuencias que su tarea podría acarrear. Los juicios por jurados acabarían, de este modo, adulterando la labor del periodista, que muchas veces debería autocensurarse para no traicionarse a sí mismo como ciudadano.

No sólo eso: a la larga, en los países en que se implanta el jurado, los juicios se transforman en una suerte de "circo mediático" que obliga a los legisladores o a los jueces a limitar el derecho de prensa. De hecho, a la larga o a la corta los "juradistas" siempre acaban promoviendo la censura de la prensa para preservar a los jurados.

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